ORIGINAL ANGLAIS/INGLES
-------> MESSAGE ORIGINAL
FROM Trinidad Guardian, June 02,.2005
BY Dr Rubén Silié Valdez
A culture of peace
The press recently reported on the murder of a Dominican woman, committed
by a Haitian, who also injured the victim's husband.
This provoked in the northern region of the border, where the incident
occurred, acts of violence against the Haitian population in the area,
perpetrated by Dominicans reacting indignantly to the abominable killing.
The incident has been presented as if it were an action carried out by the
Haitian nation against the Dominican people.
The emotional handling of the event is described as if the criminal decided
to commit the murder because of the woman’s nationality and not for the
reasons behind such crimes, like: passion, robbery, personal hatred and so
many other acts against moral values, which, regrettably, are
characteristic of human beings.
The same thing occurred a few weeks ago against a group of Dominican
immigrants in Spain, in the city of Madrid, where a young man from the
Dominican Republic killed a Spanish citizen and several Spanish neighbours
reacted aggressively toward the other Dominicans residing in that area.
The former unfortunate incident took place in the border zone, where the
Dominicans and Haitians have shown historic signs of cordial neighbourly
relations for over a century.
I am referring to the fact that the Dominican Republic gained its
independence from Haiti and not from a colonialist country, as a result of
which, during the dictatorship of Rafael Trujillo (1930-1961), for reasons
of political interest and economic benefit, an ideology promoting the
rejection of the Haitian nation was created.
Such an ideology allowed the dictatorship to always direct Haitian
immigration toward the sugar mills, in collusion with the Haitian leaders,
while instilling in the Dominicans the fear of the “peaceful Haitian
invasion,” which could once again take over the territory, as was the case
in the 19th century.
One of the strategies of that ideology was to convert the border into a
high security military zone, which allowed the dictator to profit from
timber business dealings, while etching into the consciousness of the
Dominicans the idea that the border was remote and foreign to them, since,
in addition to security, it was cloaked in a mystery related to an
environment of witchcraft or magic, giving rise to numerous myths of
imaginary characters, feared because of their supposed supernatural powers.
In 1934, the dictatorship ordered the killing of the Haitians living on the
coastal border, which shocked the world then and still does today.
Following those disheartening events, border life returned to the normalcy
of ancestral relations. So, while the dictatorship sought to portray the
border as a zone of conflict, the residents there never carried out acts of
confrontation, but were instead good neighbours.
The best examples of this are the trade fairs that developed there, which
in the past took place on the Haitian side, and within recent decades on
the Dominican side.
As a result, it is not uncommon to hear the border residents say that the
Haitian-Dominican conflicts are created between the respective capitals,
but not in their territories.
That expression implies that border issues are addressed following the
traditions of cordial relations between the peoples of both countries,
where a culture of peace, and not one of conflict, has prevailed.
We are living in a new era of relations between the two nations of the
island, where there are no territorial claims, the Governments constantly
reiterate their friendship and hopes for co-operation, border trade is
reporting considerable profits, and provisions are being made so that the
migration issue, which is the only problem, could be resolved on the basis
of mutual interest, with rules of order and not acts of confrontation.
Dr Rubén Silié Valdez is the Secretary General of the Association of
Caribbean States. The views expressed are not necessarily the official
views of the ACS. Feedback can be sent to: mail@acs-aec.org
Trinidad Guardian, June 02, 2005
-------> ESPAÑOL (ATENCION: LA SIGUIENTE ES UNA TRADUCCION AUTOMATICA NO
REVISADA)
FROM Trinidad Guardian, June 02,.2005
BY Dr Rubén Silié Valdez
Una cultura de la paz que la prensa divulgó recientemente sobre el
asesinato de una mujer dominicana, confiado por un haitiano, que
también dañó a marido de la víctima. Esto provocada en la región
norteña de la frontera, donde ocurrió el incidente, actos de la
violencia contra la población haitiana en el área,
perpetrados por Dominicans que reacciona indignadamente a la
matanza abominable. Se ha presentado el incidente como si fuera una
acción realizada por la nación haitiana contra la gente
dominicana. La dirección emocional del acontecimiento se describe
como si el criminal decidiera confiar el asesinato debido a la
nacionalidad de la mujer y no por las razones detrás de tales
crímenes, como: la pasión, el robo, el odio personal y tan mucho
otro actúa contra los valores morales, que, son deplorable
característicos de seres humanos. La misma cosa ocurrió hace algunas
semanas contra un grupo de inmigrantes dominicanos en España, en la
ciudad de Madrid, en donde un hombre joven de la República Dominicana
mató a un ciudadano español y a varios vecinos españoles
reaccionados agresivamente hacia los otros dominicans que residían en
esa área. El incidente desafortunado anterior ocurrió en la zona de
la frontera, en donde los dominicans y los haitianos han demostrado
las muestras históricas de las relaciones amistosas cordiales por
sobre un siglo. Estoy refiriendo al hecho de que la República
Dominicana ganó su independencia de Haití y no de un país
colonialista, como resultado de el cual, durante la dictadura de
Rafael Trujillo (1930-1961), por razones del interés político y la
ventaja económica, una ideología que promovía el rechazamiento de
la nación haitiana fue creada. Tal ideología permitió que la
dictadura dirigiera siempre la inmigración haitiana hacia los
molinos de azúcar, en la colusión con los líderes haitianos,
mientras que inculcaba en los dominicans el miedo de la "invasión
haitiana pacífica," que podría asumir el control de nuevo el
territorio, al igual que el caso en el diecinueveavo siglo. Una de las
estrategias de esa ideología era convertir la frontera en una zona
militar de la alta seguridad, que permitió que el dictador se
beneficiara de reparticiones del negocio de la madera, mientras que
aguafuerte en el sentido de los dominicans la idea que la frontera era
alejada y extranjera a ellos, puesto que, además de seguridad, fue
disimulada en un misterio relacionado con un ambiente de la brujería
o de la magia, dando lugar a los mitos numerosos de caracteres
imaginarios, temidos debido a sus energías supernatural supuestas. En
1934, la dictadura pidió la matanza de los haitianos que vivía en
la frontera costera, que dio una sacudida eléctrica el mundo entonces
y todavía hoy. Después de esos acontecimientos disheartening, la
vida de la frontera volvió al normalcy de relaciones ancestrales.
Así pues, mientras que la dictadura intentó retratar la frontera
como zona del conflicto, los residentes allí nunca realizaron actos
de la confrontación, pero eran en lugar de otro buenos vecinos. Los
mejores ejemplos de esto son las ferias comerciales que se
convirtieron allí, que en el pasado ocurrió en el lado haitiano,
y dentro de décadas recientes enel lado dominicano. Consecuentemente, no
es infrecuente oír que los
residentes de la frontera dicen que los conflictos de
haitiano-dominican están creados entre los capitales respectivos,
pero no en sus territorios. Esa expresión implica que las ediciones
de la frontera están tratadas después de las tradiciones de
relaciones cordiales entre la gente de ambos países, en donde ha
prevalecido una cultura de la paz, y no una del conflicto. Estamos
viviendo en una nueva era de relaciones entre las dos naciones de la
isla, donde no hay demandas territoriales, los gobiernos reiteramos
constantemente su amistad y esperanzas de la cooperación, el comercio
fronterizo está divulgando beneficios considerables, y se están
haciendo las provisiones de modo que la edición de la migración, que
es el único problema, se pudiera resolver en base de interés mutuo,
con reglas de la orden y no actos de la confrontación.
El dr Rubén Silié Valdez es el secretario general de la asociación
de estados del Caribe. Las opiniónes expresadas no son necesariamente
las vistas oficiales del ACS. La regeneración se puede enviar a:
mail@acs-aec.org
Trinidad Guardian, June 02, 2005
-------> FRANCAIS (ATTENTION: CECI EST UNE TRADUCTION AUTOMATIQUE NON
REVISEE
FROM Trinidad Guardian, June 02,.2005
BY Dr Rubén Silié Valdez
Une culture de paix que la pression a récemment rendu compte du
meurtre d'une femme dominicaine, commis par un haïtien, qui a
également blessé le mari de la victime. Ceci provoqué dans la
région nordique de la frontière, où l'incident s'est produit, actes
de violence contre la population haïtienne dans le secteur, commis
par Dominicans réagissant avec indignation au massacre abominable.
L'incident a été présenté comme si c'étaient une action
effectuée par la nation haïtienne contre les personnes dominicaines.
La manipulation émotive de l'événement est décrite comme si le
criminel a décidé de commettre le meurtre en raison de la
nationalité de la femme et pas pour les raisons derrière de tels
crimes, comme : la passion, le vol, la haine personnelle et tant
d'autre agit contre les valeurs morales, qui, regrettablement, sont
caractéristiques des êtres humains. La même chose s'est produite il
y a quelques semaines contre un groupe d'immigrés dominicains en
Espagne, dans la ville de Madrid, où un jeune homme de République
Dominicaine dominicaine a tué un citoyen espagnol et plusieurs
voisins espagnols ont réagi agressivement vers les autres dominicains
résidant dans ce secteur. L'ancien incident malheureux a eu lieu dans
la zone de frontière, où les dominicains et les haïtiens ont
montré les signes historiques des relations amicales cordiales
pendant plus d'un siècle. Je me réfère au fait que la République
Dominicaine dominicaine a gagné son indépendance du Haïti et pas
d'un pays colonialiste, en raison duquel, pendant la dictature de
Rafaël Trujillo (1930-1961), pour des raisons d'intérêt politique
et l'avantage économique, une idéologie favorisant le rejet de la
nation haïtienne a été créé. Une telle idéologie a permis à la
dictature de diriger toujours l'immigration haïtienne vers les
moulins de sucre, dans la connivence avec les chefs haïtiens, tout en
inculquant dans les dominicains la crainte "de l'invasion
haïtienne paisible," qui pourrait de nouveau succéder le territoire,
comme c'était le cas au 19ème siècle. Une des stratégies de cette
idéologie était de convertir la frontière en zone militaire de
sécurité élevée, qui a permis au dictateur de profiter des rapport
d'affaires d'affaires de bois de construction, tandis que gravure à
l'eau-forte dans la conscience des dominicains l'idée que la
frontière était à distance et étrangère à eux, puisque, en plus
de la sécurité, elle a été masquée dans un mystère lié à un
environnement de sorcellerie ou de magie, provoquant de nombreux
mythes des caractères imaginaires, craints en raison de leurs
puissances surnaturelles supposées. En 1934, la dictature a commandé
le massacre des haïtiens vivant sur la frontière côtière, qui a
choqué le monde alors et toujours aujourd'hui. Après ces
événements décourageants, la vie de frontière est revenue au
normalcy des relations héréditaires. Ainsi, alors que la dictature
cherchait à dépeindre la frontière comme zone de conflit, les
résidants là n'ont jamais effectué des actes de confrontation, mais
étaient à la place de bons voisins. Les meilleurs exemples de ceci
sont les foires commerciales qui se sont développées là, qui dans
le passé a eu lieu du côté haïtien, et dans des décennies
récentes surle côté dominicain. En conséquence, il n'est pas rare d'entendre
que les résidants de frontière disent que les conflits
Haïtien-Dominicains sont créés entre les capitaux respectifs, mais
pas dans leurs territoires. Cette expression implique que des
questions de frontière sont abordées après les traditions des
relations cordiales entre les peuples des deux pays, où une culture
de paix, et non une du conflit, a régné. Nous vivons dans une
nouvelle ère des relations entre les deux nations de l'île, où il
n'y a aucune réclamation territoriale, les gouvernements réitérons
constamment leur amitié et espoirs pour la coopération, le commerce
frontalier rapporte des bénéfices considérables, et des
dispositions sont prises de sorte que le problème de migration, qui
est le seul problème, ait pu être résolu sur la base de l'intérêt
mutuel, avec des règles d'ordre et pas des actes de confrontation.
DR Rubén Silié Valdez est le sécrétaire général de l'association
des états des Caraïbes. Les opinions exprimées ne sont pas
nécessairement les vues officielles de l'ACS. La rétroaction peut
être envoyée à : mail@acs-aec.org
Trinidad Guardian, June 02,.2005
==================================
Questions, Preguntas, Help, Ayuda, Aide: --> <mailto:owner-bohio@bohio.org>
<FRA> BOHIO Espace virtuel de rapprochement, collaboration et action communautaire entre organisations de la société civile et acteurs du développement de la République Dominicaine et Haïti. Voir les archives, liste des participant(e)s, base de données, revue de presse: sur www.bohio.org
<ESP> BOHIO: Espacio virtual de acercamiento, colaboración y acción comunitaria entre organizaciones de la sociedad civil y actores del desarrollo de la República Dominicana y la República de Haití. Archivos, lista de participantes, base de datos, revista de prensa: en www.bohio.org
================================================================
Nearby vie 03 jun 2005 12:11:29 AST
Este archivo fue generado por hypermail 2.2.0 : mar 26 abr 2011 16:00:15 AST AST