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BOHIO: SJRM propone establecer un marco juridico justo

BOHIO: SJRM propone establecer un marco juridico justo

Write haof XML files: Margarita Jimenez <margarita_at_funredes.org>
Fecha: Tue, 15 Nov 2005 00:17:30 -0400
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-------> ESPAÑOL / MESSAGE ORIGINAL

SJRM propone establecer un marco jurídico justo para regular las
migraciones y enfrentar trata y tráfico ilícito de personas

El Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes planteó la necesidad de que
en la República Dominicana se establezca un marco jurídico justo para
regular las migraciones, enfrentar la trata y tráfico ilícito de
personas, e impulsar relaciones de igualdad, derecho y solidaridad entre
dominicanos/as y haitianos/as.

El planteamiento está contenido en un documento publicado este lunes en
ocasión de conmemorarse el 25 aniversario del Servicio Jesuita a
Refugiados y de su compromiso apostólico en más de 50 países del mundo y
de sus 10 años de presencia en el país “acompañando, sirviendo y
defendiendo los derechos de los refugiados y desplazados forzosos”.

En el documento, el SJRM entiende que “al fenómeno migratorio en
República Dominicana hay que encontrarle urgentemente una solución
realista, estatal, legal, aplicando una política migratoria acorde tanto
al derecho soberano del Estado dominicano como al respeto a los derechos
humanos de los/as migrantes. Esta ha de ser una política migratoria que
no se sustente en las deportaciones masivas e indiscriminadas, sino que
respete el debido proceso, las normas, tratados y convenios
internacionales de los cuales somos signatarios, que contribuya a detener
la entrada irregular de migrantes y además favorezca las relaciones con
las personas que viven legalmente en el país, sin que el Estado renuncie
al derecho de repatriar a quienes residen de manera irregular”.

A continuación el documento del SJRM íntegro:

JESUITAS, MIGRANTES Y REFUGIADOS

Qué propone el Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes: Establecer un
marco jurídico justo para regular las migraciones, enfrentar la trata y
tráfico ilícito de personas, e impulsar relaciones de igualdad, derecho y
solidaridad entre dominicanos/as y haitianos/as

Este lunes 14 de noviembre, el Servicio Jesuita a Refugiados (SJR)
celebra 25 años de su compromiso apostólico en más de 50 países del
mundo, “acompañando, sirviendo y defendiendo los derechos de los
refugiados y desplazados forzosos". Queremos aportar al debate sobre la
migración haitiana en el país en el marco del aniversario del SJR, y de
sus 10 año de presencia en el país, donde no sólo adoptó la modalidad de
servicio a refugiados, sino también de servicio a migrantes (SJRM).

El Servicio Jesuita a Refugiados fue fundado hace 25 años por el entonces
padre superior general de los jesuitas, Pedro Arrupe, "en respuesta al
sufrimiento de los ’boat people’", vietnamitas que huían de la guerra de
Vietnam en barca, en busca de un lugar seguro.

Arrupe hizo entonces un llamamiento de ayuda a los provinciales jesuitas
y a los superiores generales de veinte congregaciones religiosas. La
respuesta tan radical que recibió le empujó a fundar el SJR el 14 de
noviembre de 1980.

Hoy, el SJR está presente en más de 50 países, con un equipo de unas 600
personas: jesuitas, religiosos y religiosas de otras congregaciones y
laicos, además de miles de colaboradores refugiados y desplazados.
Desempeña su labor a nivel regional y nacional, con el apoyo de una
oficina internacional situada en Roma, mediante programas de atención
pastoral, educación de niños y adultos, servicios sociales y de asesoría,
y cuidados médicos.

El compromiso de la Compañía de Jesús en República Dominicana con los
sectores de la población dominicana marginados fue llevando a los
jesuitas a institucionalizar un trabajo directo con la población
haitiana. En 1995 el SJR se instala en Santo Domingo para sumarse a todo
el trabajo que realiza la Compañía de Jesús en el país desde los años
40s: Parroquias (Dajabón, Loma de Cabrera, Partido, Restauración,
Guachupita, Guandules), trabajo educativo (Fe y Alegría, Politécnico
Loyola, Instituto Agronómico San Ignacio Loyola y el Colegio y la Escuela
Nocturna Loyola), Radios (Santa María y Marién), entre otros.

En sus diez años de existencia, en República Dominicana, el SJRM ha
asistido, acompañado y defendido a las personas en situación de refugio y
desplazamiento procedentes de diversas nacionalidades, aunque en su
mayoría de nacionalidad haitiana. En su misión y estatuto, el Servicio
Jesuita a Refugiados/as y Migrantes está llamado a acompañar, servir y
defender a esta población por su vulnerabilidad, por lo que no puede
negar la asistencia humanitaria a los/as haitianos/as ni a ningún otro
ciudadano/a extranjero/a que la necesite.

El SJRM entiende que al fenómeno migratorio en República Dominicana hay
que encontrarle urgentemente una solución realista, estatal, legal,
aplicando una política migratoria acorde tanto al derecho soberano del
Estado dominicano como al respeto a los derechos humanos de los/as
migrantes. Esta ha de ser una política migratoria que no se sustente en
las deportaciones masivas e indiscriminadas, sino que respete el debido
proceso, las normas, tratados y convenios internacionales de los cuales
somos signatarios, que contribuya a detener la entrada irregular de
migrantes y además favorezca las relaciones con las personas que viven
legalmente en el país, sin que el Estado renuncie al derecho de repatriar
a quienes residen de manera irregular.

Durante sus diez años de presencia en el país el SJRM ha venido
trabajando con otras organizaciones que sirven a la población haitiana y
junto a ellas propone y defiende lo siguiente:

1. Modificar la Ley de Migración No. 285-04, sobre todo en los 11
artículos viciados de inconstitucionalidad conforme a la demanda sometida
por 15 organizaciones de la sociedad civil ante la Suprema Corte de
Justicia, en fecha 27 de junio de 2005;

2. Que las propuestas de modificación sean depositadas en el Congreso
Nacional, luego de un riguroso estudio y que antes de aprobarse, sean
discutidas en vistas públicas, lo que pese a los reclamos de las
organizaciones de la sociedad civil, no se hizo con la presente ley de
migración.

3. Que Interior y Policía amplíe el plazo otorgado para hacer sugerencias
al recién publicado Anteproyecto de Reglamento de Aplicación de la Ley de
Migración, hasta tanto la Suprema Corte de Justicia emita su opinión con
respecto a la demanda de inconstitucionalidad elevada ante este alto
tribunal;

4. Regular la contratación de mano de obra haitiana temporera necesaria
para diversos sectores de la economía local, tanto en el sector público
como privado, sobre la base de cuotas anuales y la emisión de visas de
trabajo a través de oficinas especiales, ubicadas en los consulados
dominicanos en Haití;

5. Definir el mecanismo para regular la presencia de los/as nacionales
haitianos/as, si es a partir del anunciado censo o de una nueva política
migratoria, poniendo especial atención a aquellas personas que tienen
muchos años residiendo en el país y que por los aportes al desarrollo
económico nacional y la descendencia que han procreado merecen esa especial
atención;

6. Respetar los acuerdos internacionales sobre derechos humanos y el
Protocolo de entendimiento sobre los mecanismos de repatriación firmado
con Haití en 1999, cuando se ejecuten operativos de repatriación de
los/as nacionales haitianos/as que se encuentran de manera irregular en
territorio dominicano;

7. Que el Gobierno defina, con la asesoría de organismos internacionales
e instituciones de la sociedad civil, un nuevo mecanismo de control
fronterizo, en el cual los militares no jueguen un rol preponderante en
la aplicación de las políticas migratorias, sin exceptuar su papel de
garante de la seguridad y el orden en la frontera. Este nuevo plan debe
incluir técnicos con formación en derechos humanos y con un salario
justo, para enfrentar el tráfico y la trata de personas y el contrabando.

8. Que se establezca el calendario oficial para una nueva reunión de la
Comisión Mixta Binacional Dominico-haitiana, con el fin de establecer las
bases de un Acuerdo Migratorio que sea adoptado lo más pronto posible y
ratificado por las autoridades de ambas naciones.

9. Que el Gobierno considere el valor que tienen para fines de políticas
públicas los “Lineamientos regionales para la protección de los derechos
humanos de los/as migrantes en situaciones de verificación del estatus
migratorio, detención, deportación y recepción” de la Red de
Organizaciones Civiles para las Migraciones (RROCM), adscrita a la
Conferencia Regional sobre Migración (CRM), de la que República
Dominicana es miembro;

10. Que el Poder Ejecutivo envíe al Congreso Nacional la “Convención
Internacional sobre la protección de los derechos de todos los
trabajadores migratorios y sus familias” de 1990, firmada por nuestro
país, pero aún pendiente de ratificación o que en caso de que ya se
encuentre en las cámaras legislativas, se inste a ratificarla.

11. Que el Gobierno acate la sentencia de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH), publicada en octubre de 2005, en el caso de la
negación de actas de nacimiento a dos niñas dominicanas y su secuela;

12. Que se modifique, para hacerlo más operativo, el Reglamento de la
Comisión Nacional para los Refugiados, elaborado mediante el decreto
No.2330 del 10 de septiembre de 1984, para hacer de esta entidad la
responsable de decidir el otorgamiento del estatuto de refugiado a las
personas que lo soliciten de acuerdo a la Convención sobre el Estatuto de
los Refugiados de 1951 y el Protocolo de 1967, del que República
Dominicana forma parte.

13. Establecer mecanismos para detener la violencia contra las
comunidades haitianas y de dominicanos de ascendencia haitiana e
Investigar a profundidad los hechos ocurridos en varias localidades,
tomando en serio los crímenes y agresiones motivados por el
antihaitianismo. El SJRM plantea la necesidad de aprovechar este momento
histórico para que el manejo de las relaciones dominico-haitianas y en
particular las políticas migratorias no degeneren en una situación
insólita de tensiones y enfrentamientos.

Finalmente, el SJRM hace reconocimiento público de los aportes que
realizan los trabajadores inmigrantes en las economías de los países
receptores. En nuestro caso hacemos un reconocimiento a los aportes que
han hecho los refugiados e inmigrantes haitianos en el país. En
consonancia con el Informe Nacional de Desarrollo Humano 2005, entendemos
que nuestros principales problemas como nación son la desigualdad y el
bajo desarrollo humano. Estos problemas, como bien dice el informe, no
han sido el resultado de la escasez de recursos, sino que más bien han
sido “el resultado de la combinación de una actitud rentista y
depredadora, y de la falta de compromiso y solidaridad de una élite
política, económica y social que ha buscado una rentabilidad de corto
plazo sin un proyecto nacional que sea socialmente incluyente”.

Establecer el equilibrio, la legalidad y la justicia en los flujos
migratorios dentro de la isla es uno de los grandes desafíos que tiene
República Dominicana para los próximos años. Y para much@s de nosotr@s en
la relación con l@s haitianos se juega nuestro cristianismo, que nos
llama a hacernos prójimo, solidarios y hermanos...

Por el Servicio Jesuita a Refugiad@s y Migrantes (SJRM),

Padre José Núñez, sj. Director Nacional del SJRM

Padre Regino Martínez Bretón, sj. Coordinador de Solidaridad Fronteriza/SJRM

Padre Mario Serrano,sj. Director SJRM/Santo Domingo

Santo Domingo, República Dominicana

Lunes 14 de noviembre de 2005

-------> FRANCAIS (ATTENTION: CECI EST UNE TRADUCTION AUTOMATIQUE NON REVISEE

SJRM propose d'établir un cadre juridique juste pour régler les
migrations et faire face traite et trafic illicite de personnes

Le Service Jésuite à des Réfugiés et Migrants a posé la
nécessité que dans la République dominicaine on établisse un cadre
juridique juste pour régler les migrations, lui faire face traite et
trafic illicite de personnes, et promouvoir des relations égalité,
droit et solidarité entre dominicains/as et haitianos/as.

L'approche est contenue dans un document publié ce lundi en occasion
d'être commémoré le 25 anniversaire du Service Jésuite à des
Réfugiés et de son compromis apostolique dans plus de 50 pays du
monde et de ses 10 années de présence dans le pays "en
accompagnant, en servant et en défendant les droits des réfugiés et
déplacés inévitables".

Dans le document, le SJRM comprend que "au phénomène migrateur en
République dominicaine faut trouver lui urgemment une solution
réaliste, étatique, légale, en appliquant une politique migratrice
tant conforme au droit souverain de l'État dominicain comme au
respect aux droits humains/as migrants. Celle-ci doit être une
politique migratrice qui n'est pas soutenue dans les déportations
massives et non-discriminées, mais respecte le processus nécessaire,
les normes, traités et conventions internationales dont nous sommes
signataires, qui contribue à arrêter l'entrée irrégulière de de
migrants et en outre favorise les relations avec les personnes qui
vivent légalement dans le pays, sans que l'État renonce au droit de
rapatrier qu'ils résident de manière irrégulière ".

Ensuite le document du SJRM complet :

JÉSUITES, MIGRANTS Et RÉFUGIÉS

Que propose le Service Jésuite à des Réfugiés et Migrants :
Établir un cadre juridique pour régler juste les migrations, lui
faire face traite et trafic illicite de personnes, et promouvoir des
relations égalité, droit et solidarité entre dominicains/as et
haitianos/as

Ce lundi 14 novembre, le Service Jésuite à des Réfugiés (SJR)
tient 25 années de son compromis apostolique dans plus de 50 pays du
monde, "en accompagnant, en servant et en défendant les droits des
réfugiés et déplacés inévitables". Nous voulons apporter au
débat sur la migration haitiana dans le pays dans le cadre de
l'anniversaire du SJR, et de leurs 10 années de présence dans le
pays, où non seulement il a adopté la modalité de service à des
réfugiés, mais aussi de service à à migrants (SJRM).

Le Service Jésuite à des Réfugiés a été fondé il y a 25 ans par
alors le père supérieur général des jésuites, Pedro Arrupe, "en
réponse à la souffrance des 'boat people '", Vietnamiens qui
s'enfuyaient de la guerre du Vietnam en bateau, à la recherche d'un
lieu sûr.

Arrupe a alors fait un appel d'aide aux jésuites provinciaux et aux
général supérieures de vingt congrégations religieuses. La
réponse tellement radicale qu'il a reçu l'a poussé fonder le SJR le
14 novembre 1980.Aujourd'hui, le SJR est présent dans plus de 50 pays,
avec une
équipe de quelque 600 personnes : jésuites, religieux et religieuses
d'autres congrégations et laïques, outre milliers de collaborateurs
abrités et déplacés. Effectue sa tâche au niveau régional et
national, avec l'appui d'un bureau international situé à Rome, au
moyen de programmes d'attention pastorale, éducation d'enfants et
adultes, services sociaux et d'assessorat, et soins médicaux.

Le compromis de la Compagnie Jesus en République dominicaine avec les
secteurs de la population dominicaine margés aux jésuites a
institutionnalisé un travail direct avec la population haitiana. En
1995 le SJR est installé dans Saint-Domingue pour s'ajouter à tout
le travail qu'effectue la Compagnie Jesus dans le pays depuis les
années 40s : Paroisses (Dajabón, Colline de Cabrera, Parti,
Restauration, Guachupita, Guandules), travail éducatif (Foi et Joie,
Loyola Polytechnique, Institut Agronomique San Ignacio Loyola et le
Collège et l'École Nocturne Loyola), Radios (Sainte María et
Marién), entre autres.

Durant ses dix années d'existence, en République dominicaine, le
SJRM a assisté, accompagné et défendu aux personnes en situation
refuge et déplacement de diverses nationalités, bien que dans sa
majorité de nationalité haitiana. Dans sa mission et statut, le
Service Jésuite à des Réfugiés/as et Migrants est appelé à
accompagner, servir et défendre à cette population par sa
vulnérabilité, ce pourquoi ne peut pas nier l'assistance
humanitaire/as haitianos/as ni à aucun autre ciudadano/a
extranjero/a qui de l'a besoin.

Le SJRM comprend qu'au phénomène migrateur en République
dominicaine faut trouver lui urgemment une solution réaliste,
étatique, légale, en appliquant une politique migratrice tant
conforme au droit souverain de l'État dominicain comme au respect aux
droits humains/as migrants. Celle-ci doit être une politique
migratrice qui n'est pas soutenue dans les déportations massives et
non-discriminées, mais respecte le processus nécessaire, les normes,
traités et conventions internationales dont nous sommes signataires,
qui contribue à arrêter l'entrée irrégulière de de migrants et en
outre favorise les relations avec les personnes qui vivent légalement
dans le pays, sans que l'État renonce au droit de rapatrier qu'ils
résident de manière irrégulière.

Pendant ses dix années de présence dans le pays le SJRM a travaillé
avec d'autres organisations qui servent à la population haitiana et
avec elles il propose et défend ce qui suit :

1. modifier la Loi de Migration Non. 285-04, surtout dans les 11
articles viciés d'inconstitutionnalité conformément à la demande
soumise par 15 organisations de la société civile devant la Cour de
Justice Suprême, en date 27 juin 2005 ;

2. Que les propositions de modification sont déposé dans le Congrès
National, après une étude rigoureuse et qui avant d'être approuvé,
sontexaminées dans des vues publiques, ce qui en dépit des réclames des
organisations de la société civile, n'a pas été fait avec la
présente loi de migration.

3. Qui Intérieur et Policier étend le délai accordé pour rendre
des suggestions à le à récemment publié Avant-projet de règlement
d'Application de la Loi de Migration, tant que la Cour de Justice
Suprême émette son avis en ce qui concerne la demande
d'inconstitutionnalité importante devant ce haut tribunal ;

4. régler l'embauche de main d'oeuvre haitiana saisonnière
nécessaire pour divers secteurs de de l'économie locale, de tant
dans le secteur public comme privé, sur base de quotes-parts
annuelles et de l'émission de visas de travail à travers des bureaux
spéciaux, situés dans les consulats dominicains à Haïti ;

5. définir le mécanisme pour régler la présence/as des
ressortissants haitianos/as, s'il est à partir du recensement
annoncé ou d'une nouvelle politique migratrice, mettant attention
spéciale à ces personnes qui ont beaucoup d'années en résidant
dans le pays et qui par les apports au développement économique
national et la descendance qu'ils ont procréée méritent cette
attention spéciale ;

6. respecter les accords internationaux sur les droits humains et le
Protocole d'entendement sur les mécanismes de rapatriement signé
avec Haïti en 1999, quand on exécutera opérationnels de
rapatriement/as des ressortissants haitianos/as qui sont trouvé de
manière irrégulière en territoire dominicain ;

7. Qui le Gouvernement définit, avec l'assessorat organismes
internationaux et institutions de la société civile, un nouveau
mécanisme de contrôle frontalier, dans lequel les militaires ne
jouent pas un rôle prépondérant dans l'application des politiques
migratrices, sans excepter son rôle de garant de la sécurité et
l'ordre à la frontière. Ce nouveau plan doit inclure des techniciens
avec formation dans des droits humains et avec un salaire juste, pour
faire face au trafic et il la traite de personnes et à la
contrebande.

8. Qu'on établit le calendrier officiel pour une nouvelle réunion de
la Commission Dominico-haitiana Binationale Mixte, afin d'établir les
bases d'un Accord Migrateur qu'est adopté il plus rapide possible et
ratifié par les autorités des deux nations.

9. Qui le Gouvernement considère la valeur qu'ont pour des fins de
politiques publiques "les Linéaments régionaux pour la protection
des droits humains/as migrants dans des situations de vérification
l'estatus migrateur, la détention, la déportation et la réception"
du Réseau d'Organisations Civiles pour les Migrations (RROCM),
assigné à la Conférence Régionale sur la Migration (CRM), dont
République dominicaine est membre ;

10. Qui le Pouvoir Exécutif envoie au Congrès National "la
Convention Internationale sur la protection des droits tous les
travailleurs migrateurs et de ses familles" de de 1990, signée par
notre pays, mais encore en suspens de ratification ou qui au cas 0ù
il se trouve déjà dans les chambres législatives, est incité à la
ratifier.11. Qui le Gouvernement observe la sentence de la Coupe
Interaméricaine de Droits Humains (CIDH), publiée en octobre 2005,
dans le cas de la négation d'actes de naissance deux enfants
dominicains et sa suite ;

12. Qui est modifié, pour faire le plus opérationnel, par le
règlement de la Commission Nationale pour les Réfugiés, élaboré
par le décret No.2330 de du 10 septembre 1984, pour faire de cet
organisme le responsable de décider l'octroi du statut de réfugié
aux personnes qui le sollicitent en accord avec la Convention sur le
Statut des Réfugiés de de 1951 et le Protocole de de 1967, dont
République dominicaine manière part.

13. Établir des mécanismes pour arrêter la violence contre les
Communautés haitianas et de de dominicains d'ascendance haitiana et
Faire des recherches à profondeur sur faits produits dans plusieurs
localités, prenant dans sérieux les crimes et les agressions
motivés par l'antihaitianismo. Le SJRM pose la nécessité de
profiter de ce moment historique pour que le maniement des relations
dominico-haitianas et en particulier les politiques migratrices ne
dégénèrent pas dans une situation inhabituelle tensions et
confrontations.

Finalement, le SJRM fait reconnaissance publique des apports
qu'effectuent les travailleurs immigrants dans les économies des pays
récepteurs. Dans notre cas nous faisons une reconnaissance aux
apports qu'ont faits les réfugiés et les immigrants haitianos dans
le pays. En accord avec le Rapport National de Développement Humain
2005, nous comprenons que nos principaux problèmes comme nation sont
l'inégalité et le bas développement humain. Ces problèmes, comme
dit bien le rapport, n'ont pas été le résultat de la pénurie de
ressources, mais ils ont été plutôt "le résultat de la combinaison
d'une attitude rentista et depredadora, et du manque compromis et
solidarité d'une élite politique, économique et sociale qui a
cherché une rentabilité de court terme sans un projet national qui
est socialement incluyente".

Établir l'équilibre, la légalité et la justice dans les flux
migrateurs dans l'île il est un des grands défis qu'a République
dominicaine pour les prochaines années. Et pour much@s de nosotr@s
dans la relation avec l@s haitianos on joue notre christianisme, qui
nous appelle à nous faire camarade, solidaires et frères...

Par le Service Jésuite à Refugiad@s et Migrants (SJRM),

Père José Núñez, sj. Directeur National du SJRM

Prêtre Regino Martínez Bretón, sj. Coordinador de Solidaridad
Fronteriza/SJRM

Prêtre Mario Serrano, sj. Directeur SJRM/Saint Domingo

Saint-Domingue, République dominicaine

Lundi 14 novembre 2005

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Nearby mar 15 nov 2005 09:08:33 AST

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