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Trabajando la Internet con una visión social:

Reflexiones desde la experiencia venezolana

Autor:
María Isabel Neuman
Fecha de Publicación:
12/2002
Contenido
Palabras claves:
Localización:
Ciberoteca > Doc. de trabajo > esp_doc_73.html
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Universidad del Zulia
Facultad de Humanidades y Educación
División de Estudios para Graduados
Maestría en Ciencias de la Comunicación
Cátedra: Tecnología, Desarrollo e Industria Informativa
Profesora: María Isabel Neuman

Arianna Bermúdez, Sylvia Fernández, Liliana González, Morelis Gonzalo, Fabiola Martínez, Aminor Méndez, Mayerling Molero, Zulma Ortiz, Leisy Rondón, Shirley Vargas y Carmen Velandria.

 

El documento publicado por MÍSTICA “Trabajando la Internet con una visión social” ha motivado jornadas de discusión sobre la experiencia latinoamericana y venezolana en las sesiones de la cátedra Tecnología, Información y Desarrollo, dictada por la profesora María Isabel Neuman en la Maestría de Ciencias de la Comunicación de la Universidad del Zulia en Maracaibo, Venezuela, durante el último trimestre de 2002.

Observamos que en el caso venezolano los procesos de implantación y apropiación tecnológica que se adelantan pueden servir de modelo a otras regiones con las mismas necesidades, a pesar de que el basamento legal es realmente reciente. Por estas razones, describimos la situación venezolana y los planes y proyectos que el Estado venezolano diseña para ejecutar a corto, mediano y largo plazo. Además, confrontamos los datos que proporcionan los organismos del gobierno con la realidad que experimentamos cotidianamente y aportamos nuestras observaciones al proceso.

Como resultado de esa discusión, les presentamos una recopilación de las respuestas a las interrogantes que se plantean en la parte final del documento de MISTICA, para que sirva de aporte a la producción colaborativa que allí se realiza.


1.   Acceso equitativo. Los incluidos y excluidos

Por acceso equitativo entendemos, siguiendo a la Fundación Acceso,  disponibilidad de conectividad, precio asequible y capacitación básica en el manejo de herramientas, para que más personas puedan beneficiarse –independientemente de su edad, sexo, clase social, lengua, religión, nacionalidad o color de piel– del uso del las Tecnologías de la Información y Comunicación, en adelante TIC (Fundación Acceso, 2002).

No obstante, el desarrollo de la Sociedad de la Comunicación ha puesto de manifiesto la existencia de una nueva brecha: la digital, que forma parte de la brecha social, esto se observa en la desigualdad en el acceso a la información, al conocimiento y a la educación por medio de las TIC entre unos países y otros y especialmente, al interior de esos países, entre grupos sociales; y ni Venezuela ni el resto de Latinoamérica ha escapado de esta realidad.

En Venezuela, Internet comenzó a expandirse a partir de 1996, teniendo hoy día mayor cobertura en tres de las ciudades más pobladas: Caracas, Maracaibo y Valencia (Internet User Survey de Venezuela, 2001), principalmente debido a la infraestructura de telecomunicaciones que se ha expandido en mayor medida en las zonas urbanas.

La población se ha ido incorporando de forma paulatina, pero sostenida, al uso de esta tecnología, tal como lo señala la empresa encuestadora venezolana Datanálisis en sus estudios sobre los indicadores de penetración y uso de Internet en Venezuela, donde reseñan datos históricos sobre el crecimiento absoluto y porcentual de Internet desde 1998 hasta diciembre de 2002. Para el primer año, daba cuenta de 207.000 usuarios, hasta llegar a las proyecciones de diciembre de 2002 de 1.680.000, lo cual representa un aumento significativo, con tasas de crecimiento que van desde un 15% hasta un 40%.

Según estas cifras, Venezuela se ubica entre los diez países de Latinoamérica con mayor número de internautas. La penetración de los servicios de conexión en la población es de 5,6 por ciento y, aunque este promedio resulta inferior al reportado para toda la región, supera al que exhibe la Comunidad Andina.

Sin embargo, los beneficios ofrecidos por Internet en Venezuela son casi exclusivos para unas minorías, residentes fundamentalmente en la capital del país. De acuerdo con las estimaciones de Datanálisis (2002), en Venezuela la mayoría de los usuarios son personas del sexo masculino (58,03%), menores de 35 años (73,3%), con ingresos medios y bajos (72,7%), y con un nivel de instrucción superior (73,9%).

Según el Internet User Survey de Venezuela (2001), el perfil de un típico usuario venezolano de Internet apunta a un hombre egresado universitario; empleado y con un ingreso mensual promedio de Bs. 1.150.000 (aprox. US$ 822, al cambio de octubre de 2002) que vive en la capital y paga por cuenta propia su acceso a Internet en un país donde el 63% de la población reside en el interior y el salario mínimo no llega a los US$ 130 mensuales.

Para elevar la penetración de este medio en Venezuela, Datanálisis considera que será necesaria la conjunción de varios factores: que se incremente el poder adquisitivo del venezolano, que los precios de los ordenadores disminuyan y que las tarifas telefónicas se abaraten, sobre todo tomando en cuenta que la conexión discada es todavía la predominante entre los usuarios locales. La real conjunción de estos factores no se encuentra a la vista ni a corto ni a mediano plazo.

El uso generalizado de Internet en Venezuela dependerá, no obstante, de que aumente la tasa de retención de usuarios; es decir, que aquellos individuos que prueben la Red continúen usándola, pues de cada diez personas que se conectaban a Internet en los últimos años, aproximadamente cinco lo siguen haciendo en la actualidad, lo cual arroja una rata de adopción del 47%. Y, aunque en el estrato socioeconómico AB este índice asciende a 68%, en los menos favorecidos es considerablemente menor, llegando a 33% en la clase E.

La gente joven y de sexo masculino parece presentar una mayor inclinación hacia los productos y servicios de tecnología. La rata de adopción entre los hombres es de 51%, mientras que en las mujeres es de 42%. De igual manera, este índice resulta superior entre las personas de 18 a 24 años (45%), que en las mayores de 50 años (29%).

La propagación de salas públicas de navegación a lo largo del territorio incidiría positivamente en un mayor acceso a Internet. De hecho, se ha detectado que los cibercafés son los puntos de conexión más usados en el país (35,05%). Los otros dos lugares más comunes para navegar en Internet son el hogar (30,75%) y el trabajo (17,45%) (Datanálisis, 2002).

El Estado Venezolano está subvencionando la creación de Infocentros para la capacitación tecnológica y la democratización del acceso a las TIC, que pretenden, por un lado, formar a los usuarios para que aprovechen la funcionalidad de Internet en la dinámica cotidiana y, por la otra, poner a disposición en la Red contenidos e información de carácter nacional.

Sin embargo, esta propuesta se encuentra en un período de revisión, debido a que, con objetivos y premisas teóricas concretas, su puesta en marcha no se ha llevado a cabo como se pretendió al comienzo. Hasta ahora, sólo un pequeño grupo –de estrato social E y de sexo femenino, mayoritariamente– accede a la Red gracias a los Infocentros; con lo que, de alguna forma, estos centros pudieran estar trabajando en función del cumplimiento de sus objetivos: disminuir la brecha digital; dado que el sexo femenino y el estrato económico E, relacionado con el estrato socio-económico de menores recursos, se ubican entre los de menor acceso a las TIC.

 

2. Uso con sentido

En relación con el uso con sentido de la Red en Venezuela, existen algunos trabajos de usos en redes académicas como los realizados por Irene Plaz (2001) con el servidor académico Reaccium, donde sobresale la preferencia por el chat, el correo, las listas y la navegación. Sin embargo, esto no es suficiente para hacer afirmaciones definitivas en relación con el uso. Otro estudio realizado por esta autora con estudiantes de la Universidad Central de Venezuela (2002) sobre los usos de un Infocentro ubicado en la capital, señala que las aplicaciones más frecuentes son el correo (15%) y la navegación (25%); la mayoría son estudiantes universitarios (80%) quienes usan la red para buscar información (18%) y hacer trabajos académicos (19%). El nivel de formación de los usuarios es de primaria (6%) y bachilleres (10%).

 El Ministerio de Ciencia y Tecnología se plantea lograr en los próximos 20 años la generación, utilización, adaptación y difusión del conocimiento para lograr la solución de problemas prioritarios para el país, haciendo énfasis en el aprovechamiento de oportunidades por parte de la población. Estas áreas prioritarias son: agroproducción, salud, tecnologías de información y telecomunicaciones, gestión de riesgos y reducción de desastres naturales, vivienda y hábitat, ambiente y recursos naturales, ciudadanía y paz, e innovación popular, por sólo citar algunas. Alrededor de estas áreas se ubican las cuatro líneas de acción: investigación y desarrollo para la calidad de vida, fomento del talento humano, fomento de la calidad e innovación productiva y fortalecimiento y articulación de redes de cooperación científica y de innovación tecnológica.

A mediano y largo plazo (6 años) existen metas precisas para la incorporación de las TIC en el sistema nacional de salud (150 centros dotados), para la creación de Infocentros (240 bibliotecas públicas dotadas) y para el equipamiento de escuelas. Se espera, para 2006, haber formado a más de 5000 especialistas en tecnologías de la información.

En el sector económico, con una inversión de 10 mil millones de bolívares, el plan contempla el apoyo a la innovación productiva mediante la digitalización de las transacciones financieras, la creación de Zonas Dinámicas de Tecnologías de Información, el establecimiento de una plataforma de punta en los procesos globales de la economía digital y, lo más interesante, el desarrollo de tecnología propia de telecomunicaciones con más de 200 empresas dedicadas a su producción e implantación.

A nivel internacional, algunas iniciativas privadas proponen nuevos paradigmas educativos orientados a desarrollar competencias para la transformación de información en conocimiento, sustentados en el uso de la tecnología. En Venezuela, operan tres de estos programas internacionales, además de una empresa local. En general, los cuatro proveen conocimientos que van desde el uso de un computador y aplicaciones de productividad empresarial, hasta procesos avanzados en toma de decisiones.

La empresa local Quántica desarrolla el programa Internet Escolar, ganador del Premio Alcatel a la Innovación Tecnológica (Rojas, 1999). Este programa se apoya en el currículum educativo nacional, abarca desde preescolar hasta la segunda etapa de la educación básica y agrupa a más de 300 colegios tanto privados como públicos. Sus objetivos son: proveer educación acelerada y enriquecedora, aplicar y transferir conocimiento, desarrollar el pensamiento lógico y de razonamiento, así como desarrollar las habilidades de comunicación y planificación del pensamiento.

Más allá de esta circunstancia, podemos hablar, de manera muy empírica y testimonial, de una experiencia de uso con sentido de la red en el país: la ciberpolítica, que apela a diversas modalidades para ejecutarse desde los Infocentros, cibercafés, residencias, sitios de trabajo y estudio. Por ciberpolítica, entendemos un ejercicio de activismo político que tiene a la Red de soporte, de canal, donde lo más importante es el mensaje, más allá del polo emisor-receptor (Gonzalo, 2002).

Por medio de listas de discusión, paginas web, periódicos y revistas en línea, muchos venezolanos usuarios de Internet, preocupadas por lo que ocurre en el país, han tomado a la web como el sitio de su accionar político, enviando, escribiendo y multiplicando correos por doquier con el fin de informar, convocar, organizar, protestar, en fin, hacer un ejercicio de su ciudadanía de forma más activa, gracias a los nuevos recursos que brindan las TIC.

Por citar sólo un ejemplo, existen cerca de 100 sitios (entre páginas y listas de discusión) que apoyan al presidente Chávez, muchas de ellas creadas luego de los sucesos de abril en el país. La oposición, quien fue pionera en el uso de la red como medio de expresión política, también tiene una presencia significativa en el ciberespacio. Muchos de estos sitios son construidos por venezolanos residentes en el exterior (Gonzalo, 2002).

En este sentido y tomando a la ciberpolítica como ejemplo, podemos afirmar que Internet, en Venezuela, sí ha transformado la cotidianidad de algunos usuarios, tanto a nivel individual como colectivo, estimulando -por la vía del ejercicio político- su condición de ciudadanos preocupados y ocupados por el quehacer y el futuro del país.

Este caso es objeto de un estudio emprendido por González (2002) en la Maestría de Ciencias de la Comunicación de la Universidad del Zulia. 

3. Apropiación social de Internet

En Venezuela, desde hace alrededor de 5 años, se vienen adelantando incipientes y tímidas iniciativas para estimular la apropiación social de la tecnología, especialmente desde el ámbito educativo. En tal sentido, se pueden destacar proyectos en los cuales han participado entes, tanto gubernamentales como no gubernamentales, ellos son: los Infocentros; el gobierno electrónico; las aulas virtuales; las Casas de la Ciencia; el Proyecto de Acceso, Uso y Aprovechamiento de Internet en Valera: “¿Dónde enchufamos el enchufe?”; el proyecto “Simón”; el Proyecto 3: de Desarrollo de Bases, Sistemas y Redes Telemáticas (Fe y Alegría) y el Proyecto 10: Programa Internacional de Formación de Educadores Populares (Fe y Alegría); los Centros Bolivarianos de Informática del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte; los Centros de Información Digital del estado Aragua (CID), entre otros. Este último es uno de los proyectos pioneros en el país. 

3.1. Centros de Información Digital del estado Aragua (CID)

Hoy convertidos en Asociación Civil Bibliotecas Virtuales de Aragua (AC BBVVAA), los CID son un proyecto creado por el Gobierno del estado Aragua, con el propósito de “abrir las puertas de la participación a los ciudadanos del estado, colocando en sus manos la mejor herramienta de formación para el estudio y la capacitación, para el entretenimiento y la comunicación” (CID, 2002).

 Así pues, la red de Bibliotecas Virtuales de Aragua ha sido calificada como el centro integrador de tecnología de información más importante de Venezuela, América Latina y una de las más grandes de mundo, considerada así por haber masificado el dominio de las herramientas tecnológicas en el estado Aragua, conformando la primera Intranet del conocimiento en el país, llamada INTRARAGUA.

Los primeros pasos de las Bibliotecas Virtuales de Aragua se dieron en el año 1996, cuando en la ciudad de La Victoria fue desarrollado el Centro de Información Digital (CID).

El siguiente paso fue la creación del Centro de Formación Digital (CFD) PlusValía, en 1997, el cual tiene como principal objetivo luchar contra la discapacidad, tomando como elemento fundamental a la educación. Presta atención a personas con discapacidad en áreas como cuadraplejía, paraplejía, deficiencia auditiva, deficiencia visual y discapacidad invisible, para potenciar recursos humanos.

Posteriormente, se dio apertura al Centro de Información Digital para Niños (CarriCIDto), el 8 de mayo de 1998, como un programa de la Fundación del Niño de Aragua.  Dos años después, se creó el de Maracay, donde actualmente funciona la Biblioteca Virtual de Maracay, sede principal de la red de Bibliotecas Virtuales disgregadas por todo el estado.

Luego se inauguraron 7 sedes más: la Biblioteca Virtual Francisco de Miranda, la Biblioteca Virtual Caña de Azúcar, la Biblioteca Virtual Ocumare de la Costa de Oro, la Biblioteca Virtual Villa de Cura, la Biblioteca Virtual Hospital Central de Maracay y la Biblioteca Virtual Barrio el Carmen, con una asombrosa y gran aceptación por la comunidad donde se encuentra y sus adyacencias, creando un vehículo de comunicación efectiva entre ciudadanos, gobierno y empresariado, con miras a establecer la sociedad del conocimiento.

3.2. Los Infocentros: una alternativa para los menos favorecidos

En Venezuela, a partir del año 2000, el gobierno nacional, por medio del Ministerio de Ciencia y Tecnología, oficializó “el uso de Internet como política prioritaria para el desarrollo cultural, económico, social y político de la República Bolivariana de Venezuela”,  mediante el decreto 825, que sirvió de base para la creación de 234 Infocentros en todo el territorio nacional, con una inversión inicial de 17 mil millones de bolívares, destinada fundamentalmente a darle conectividad gratuita a 7 millones de venezolanos, especialmente de escasos recursos (Ministerio de Ciencia y Tecnología, 2002).

Los Infocentros han facilitado el acceso de los venezolanos de escasos recursos a Internet. Así lo demuestran los datos suministrados por el análisis ya señalado (Datanálisis, 2002): en los Infocentros navega un 6 % (88.000) de los internautas venezolanos, donde el perfil muestra que pertenecen mayoritariamente al estrato E y son del sexo femenino. Es necesario destacar que aquí se rompe una de las tendencias tanto mundiales como internacionales, por cuanto los internautas son mayoritariamente masculinos y por razones obvias pertenecientes a la clase media, insertos en la educación universitaria. Tal vez una primera aproximación sea que, tal como lo reseñan diversos estudios sobre la pobreza, en América Latina quienes más padecen esta situación son las mujeres, por lo que se habla de la feminización de la pobreza, de allí su mayoritaria presencia en este estrato.

En relación con el número de conectados desde los Infocentros, Fernando Muro, Coordinador Nacional del Programa, discrepa y señala en una entrevista realizada por el diario venezolano Panorama (15-9-02) que del 5.6 % de la población conectada de enero a julio de 2002 un 15 % (220.000) corresponde a los Infocentros y lo avala con las estadísticas que lleva cada uno de ellos. Esta cifra pudiera estar más cercana a la realidad, dado el método para recolectar los datos. En cambio, Datanálisis hizo una proyección a partir de una muestra de 785 personas en el territorio nacional.

Podemos afirmar entonces, en una primera aproximación, que de no haber sido por los Infocentros, un  gran número de venezolanos de escasos recursos no habría podido acceder a esta tecnología y que su uso se orienta a resolver una de sus necesidades principales: la demanda académica.

Algunos de los objetivos planteados inicialmente no se han cumplido, como es el alcance y el número de conectados, no obstante haberse instalado gran parte de los centros. Muchos de ellos no están funcionando o lo hacen “a media máquina”, bien sea por razones técnicas o de infraestructura. Ejemplo de ello, son los cinco centros ubicados en la Costa Oriental del Lago del estado Zulia, los cuales no funcionan desde  hace varios meses.

 La evaluación de este proyecto es objeto de estudio de Gonzalo (2002) en la Maestría de Ciencias de la Comunicación de la Universidad del Zulia.

3.3. Infocentro del INOF

Un caso interesante en el marco del proyecto Infocentros es el centro correspondiente al Instituto Nacional de Orientación Femenina del Estado Miranda. Este centro penitenciario, que atiende sólo a población femenina, cuenta desde noviembre de 2001 con uno de ellos, cuyo principal objetivo es garantizar a las internas el acceso a Internet.

Este proyecto, coordinado y ejecutado por la Fundación de Servicios Penitenciarios del Estado Miranda (Funsepem) con el Centro Nacional de Tecnologías de Información, es la primera y única experiencia en el país de una sala de conexión gratuita a Internet en una cárcel. Esta iniciativa tiene especial relevancia porque se desarrolla dentro del contexto de las cárceles venezolanas, cuyas características principales son la marginación y el aislamiento en que se encuentran sus internos; en tal sentido, Internet se convierte en una ventana que permite a esta población acercarse a la sociedad y viceversa.

Actualmente, trescientas cincuenta y ocho (358) internas utilizan el servicio gratuito por medio de ocho computadoras conectadas a un servidor con banda ancha y, además, tienen servicio de escáner e impresión. La herramienta más utilizada es el chat como medio de comunicación a través de la Red; en su mayoría, expresan que esta experiencia es “una forma de sentirnos libres, una puerta al mundo que pensamos aprovechar al máximo”.

En la actualidad, está habilitado el sitio www.espiritulibre.org.ve creado por ellas con el apoyo del Centro Nacional de Tecnologías de Información (CNTI).

Experiencias como éstas crean y promueven oportunidades para los menos privilegiados, pero es importante que el respaldo gubernamental sea lo suficientemente sólido para que estos proyectos tengan continuidad garantizada.

Este caso es  objeto de un estudio emprendido por Martínez De Salvo (2002) en la Maestría de Ciencias de la Comunicación de la Universidad del Zulia en Venezuela.

3.4. Aulas Virtuales

Otra experiencia interesante tiene que ver con la puesta en funcionamiento del proyecto Aulas Virtuales, en las llamadas Escuelas Zulianas de Avanzada, proyecto muy similar al de las Escuelas Amarillas promovido por el gobierno regional del estado Carabobo.

La propuesta se ha concretado a través de la adquisición inicial de 330 equipos de computación que serán utilizados por la población estudiantil de 78 escuelas zulianas como una iniciativa que evidencia el interés en respaldar la educación pública ofrecida a niños y niñas de escasos recursos, equipando a las escuelas con una plataforma tecnológica consistente y adaptada a las necesidades de formación integral en la región.

El programa incluye el reacondicionamiento general de la estructura física de las escuelas, así como la capacitación de los docentes, quienes ya han recibido cursos intensivos de formación en el manejo de la tecnología, talleres de sensibilización, motivación y capacitación, cuyos contenidos definirán los nuevos paradigmas trazados en la propuesta educativa. 

3.5. Gobierno Electrónico

Frente a la brecha digital, el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Venezuela ha sido el ente encargado de “saturar la fisura” (Martínez, 2002) y ha creado un marco regulatorio de políticas, normas y estándares que tienen como objetivo desarrollar y consolidar una infraestructura de tecnologías de información y de las telecomunicaciones, que facilite la conectividad y el acceso masivo a la información y al conocimiento.

Según el decreto presidencial No. 825 de la República Bolivariana de Venezuela sobre Internet como prioridad, se establece que en el país son de interés público la ciencia, la tecnología, el conocimiento, la innovación y sus aspiraciones y los servicios de información, a los fines de lograr el desarrollo económico, social y político del país; y el Ejecutivo Nacional se compromete, a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología, con el Plan de Tecnologías de Información y Comunicación (PlanTIC), a velar por el cumplimiento del mencionado precepto constitucional.

De esta manera, Venezuela enfrenta el desafío de incorporar al PlanTIC lineamientos, políticas y estrategias que faciliten el despliegue de una Plataforma Nacional de Tecnologías de Información (PNTI), que democratice el acceso a la información y el conocimiento, con el apoyo de las tecnologías de comunicación y las posibilidades que brinda la Internet.

No obstante, en cuanto a la propia conectividad del Estado, la mayoría de los organismos de la administración pública, centralizada y descentralizada, no tienen sus procesos automatizados, y mucho menos poseen sus servicios en línea, acceso a Internet o una plataforma para la comunicación entre y con la sociedad.

Con miras al afianzamiento de un gobierno electrónico como una de las condiciones para la modernización del Estado, en julio de 2002 se inició el programa “Alcaldía Digital” del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Luego del lanzamiento del Portal Gobierno, surge esta iniciativa que, de plano, invierte el proceso, apuntando ahora hacia el gobierno electrónico venezolano partiendo de las localidades.

En su primera fase, este proyecto busca proveer, a una selección de 80 alcaldías, los componentes tecnológicos necesarios y la capacitación humana adecuada, según las necesidades y características del municipio, para alcanzar, de manera acelerada, un cambio cualitativo en la dinámica de la gestión municipal, que permita una mayor participación ciudadana y mejore las condiciones de vida de esas poblaciones.

 Por otro lado, se intenta dar una respuesta política a una necesidad institucional de las alcaldías del país para que sus municipios puedan llegar a vincularse con otras alcaldías de Venezuela, América Latina y el mundo, generando intercambios de actividades, proyectos conjuntos, transferencia de conocimientos y modos diversos de dar respuestas a problemas similares que fomenten la innovación de la gestión pública.

De lo anterior, resaltamos la capacitación humana, que representa la real garantía de una utilización con sentido de las herramientas tecnológicas. El Programa de Formación para la Gerencia Pública y Social, que en agosto de 2002 contaba con 38 funcionarios de alcaldías, es muestra de ello.

3.6. Casas de la Ciencia

Ésta es una iniciativa auspiciada por la Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología (Fundacite) de Mérida en alianza con las comunidades, que pone mayor énfasis en los contenidos de sus actividades y en la atención y asesoría dirigida del usuario, principalmente escolares, docentes, productores agropecuarios y comunidad en general.

Algunas de las actividades que impulsan, totalmente gratuitas, son: actualización de docentes, teleinformática, idiomas, ciencias básicas, charlas, foros, encuentros científicos, uso de bibliotecas y videotecas científicas, diseño de base de datos para productores agrícolas, activación del comercio electrónico, creación de una red de telemedicina, experiencias de educación a distancia, además del acceso a Internet.

La atención está a cargo de la misma comunidad y la asesoría pedagógica la brindan docentes profesionales adscritos a la Dirección de Educación del estado, que son cedidos en comisión de servicio. Consideramos que este concepto de centros tecnológicos de acceso gratuito a Internet logrará elevar el uso de esta herramienta a un uso con sentido en las comunidades.

3.7. Proyecto de Acceso, Uso y Aprovechamiento de Internet en Valera: “¿Dónde enchufamos el enchufe?”

Este proyecto es desarrollado por el Centro de Animación Juvenil (CAJ), con el apoyo del Laboratorio de Investigación Educativa de la Universidad de Los Andes en Trujillo y miembros de la Comunidad Virtual MÍSTICA. Está dirigido a los sectores populares de la ciudad de Valera, estado Trujillo, y se orienta a fortalecer un equipo de acción y reflexión sobre el impacto social de esta herramienta de comunicación, así como el diseño y la experimentación de una metodología de evaluación que justamente permita dilucidar cómo su utilización incide positiva y/o negativamente en las poblaciones socialmente discriminadas.

Según sus protagonistas, la única forma de que los ciudadanos puedan comprender, reconocer y beneficiarse del uso de las nuevas tecnologías es entrando en contacto con ellas, por cuanto aquello que no se ve, no se toca y no se usa puede parecer algo realmente inútil e infecundo.  

3.8. Proyecto “Simón”
A finales del año 1992, la empresa IBM en conjunto con el Ministerio de Educación promueven el desarrollo de un proyecto dirigido a colegios públicos y privados cuyo propósito es la implementación de la informática en las escuelas.

Esta experiencia se desarrolló en varios estados del país: Mérida, Lara, Distrito Capital, Monagas, Sucre y a nivel de centros educativos no gubernamentales. Participó la Fundación La Salle y Fe y Alegría.

Entre las debilidades del Proyecto Simón se cuentan la rápida obsolescencia de los equipos, lo cual fue conveniente para la empresa IBM porque generaron la necesidad de actualizarlos, pero es negativo para las escuelas cuyos ingresos están muy por debajo de los costos de la tecnología. También se ve como negativo el poco seguimiento que a nivel gubernamental se daba a los diferentes centros donde funcionaba este proyecto, aún cuando los tutores regionales y de escuela demostraban con logros tangibles el inmenso aprovechamiento que se estaba haciendo de dichos equipos.

 

 

3.9. Proyecto 3 de Desarrollo de Bases, Sistemas y Redes Telemáticas

A partir del Seminario Taller sobre el “Fortalecimiento Institucional de la Federación Internacional de Fe y Alegría”, celebrado en Lima, Perú, en 1998, se elaboró un Plan Global para el Desarrollo y el Fortalecimiento Institucional (PGDFI) compuesto por varios proyectos entre los cuales se encuentra el Proyecto 3, que tiene como finalidad desarrollar bases, sistemas y redes telemáticas para incorporar tanto a su personal como a sus públicos destinatarios al proceso globalizador, mediante el uso consciente de las TIC dentro de la filosofía de la educación popular.

En la actualidad, ya está funcionando el portal institucional www.feyalegria.org con su respectiva Intranet, que además sirve de plataforma para interactuar (por ahora) los Responsables Nacionales de los diversos Proyectos en los 14 países donde está presente Fe y Alegría. Está prevista para antes de enero de 2003 la instalación de Salas Telemáticas con acceso a Internet distribuidas en las diferentes regiones de los países miembros (entre ellos Venezuela) para uso de estudiantes y personal tanto docente como administrativo.

3.10. Proyecto 10: Programa Internacional de Formación de Educadores Populares

Como parte del PGDFI, también se está desarrollando el Proyecto 10, que tiene como propósito fortalecer la formación integral de alrededor de 19.200 Educadores Populares que laboran en la institución. Para ello, se apoyan en tres recursos de formación: el recurso humano (facilitadores), los recursos tanto impresos (15 folletos) como digitalizados (CD para trabajar la identidad, para tener acceso a lecturas básicas y para fortalecer la identidad institucional) y como fase clave del proceso está una sección formativa en la Intranet del portal, así como el desarrollo de cursos tutorados y no tutorados, además del uso de herramientas de Internet para el monitoreo y evaluación de los diferentes proyectos del PGDFI que se estén ejecutando.

El diseño de los materiales digitalizados de este proyecto y su evaluación son objeto de estudio de Ortiz (2002) en la Maestría de Ciencias de la Comunicación de la Universidad del Zulia.

4. Internet como agente de “cambio social”

Entendemos al “cambio social” como una categoría con un alto nivel de abstracción, que es preciso operacionalizar para que pueda manejarse. En un sentido amplio, “cambio social” se refiere a variaciones o modificaciones en cualquier aspecto de los procesos, pautas o formas sociales  (Fairchild, 1997), que a su vez puede ser progresivo o regresivo, permanente o temporal, planeado o sin planear, en una dirección o en múltiples direcciones, benéfico o perjudicial. En este caso, sería adecuado hablar del cambio social que la Internet produce.

Pero, si lo que se está planteando es un cambio radical (es decir, progresivo, planeado y benéfico para la sociedad), sugerimos reformular el planteamiento y hablar de Internet como una herramienta para el desarrollo social, puesto que esta noción expresa un proceso complejo y sistémico de avances articulados en las dimensiones del bienestar, la equidad y la democratización de una sociedad determinada.

Recientemente, el Secretario-General de la ONU, Boutros Boutros-Ghali afirmó que "El Desarrollo Social debe entenderse en su sentido más amplio, como involucrando un proceso hacia niveles de vida más altos, hacia mayor igualdad de oportunidades y la consecución de algunos derechos humanos básicos [...] reforzamiento de la capacidad de los individuos para controlar sus propias vidas por medio de acciones económicas, sociales y políticas." (Cruz, 2002).

4.1. Impacto en  el desarrollo individual y social

Con respecto al impacto personal y social, podemos señalar que, por ejemplo, en relación  con la autoestima personal, consideramos importante tomar en cuenta que la Internet, utilizada como herramienta, puede actuar como un “catalizador tecnológico”, acelerando el proceso que permite al ser humano adquirir jerarquía en la sociedad, convirtiéndose en un gerente del conocimiento, con la posibilidad de generarlo, utilizar la información para resolver problemas y tomar decisiones, todo esto producto de una trayectoria cognitiva, utilizando su ingenio, inteligencia, y creatividad en esta búsqueda del conocimiento.

Ya Mc Luhan vislumbraba cómo la tecnología cambiaría por completo la vida del hombre. Según este autor, el espacio laboral, el íntimo y las reglas sociales en general se ven afectadas ante la inserción de la tecnología en la vida cotidiana (Mc Luhan, 1995:99).

Juan Soto Ramírez, profesor e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, menciona en su artículo “Cosmovisión: La Internet y la Nanosensación” (2002) lo siguiente: “Es imposible saber cuántos usuarios existen en Internet, por lo que resulta aún más difícil establecer a quiénes y a cuántos, la utilización de la Red, nos ha cambiado la experiencia sensible y nuestro nexo común y cotidiano con el mundo”, sin embargo sería interesante intentar medir cualitativa y cuantitativamente, tomando en cuenta la experiencia de investigadores venezolanos, hasta qué punto puede considerarse afectada positivamente la autoestima de investigadores, usuarios de Internet y generadores de conocimiento.

En referencia a las capacidades de interacción con otras personas, comenta Soto Ramírez: que sucesos cotidianos y simples, en su experiencia con Internet le habían llevado a “corroborar que los patrones de interacción e intercambio de comunicaciones se habían transformado también. De alguna manera estábamos acostumbrados a que el afuera transformara el adentro y estaba sucediendo lo contrario, que el adentro (la experiencia en línea), estaba transformando el afuera”

Al hablar de la capacidad propositiva de las poblaciones, consideramos pertinente citar lo planteado por Yoe F. Santos (2002) en una nota de prensa en el marco de la IV Feria Internacional del Libro: es necesario que el acceso y la apropiación de las nuevas tecnologías “dejen de ser ajenos a su cotidianidad… sin ellos, como ciudadanos y como productores, es imposible para cada uno de nuestros países, sobrevivir a los ciclos de apertura, garantizar la sustentabilidad en nuestras jóvenes democracias y mucho menos soñar la competitividad en el mercado mundial”. Evidentemente, Venezuela y Latinoamérica entera deben plantearse esta reflexión, ampliamente compartida por todos los que de alguna manera pretendemos que Venezuela tenga su lugar bien definido en la sociedad de la comunicación.

4.2. Continuidad en el tiempo de estas iniciativas

La organización social de las comunidades, como impulsoras y ejecutoras de estos proyectos, puede ser una palanca para garantizar la continuidad en el tiempo de algunas iniciativas. Eso dependerá de las fortalezas de estas estructuras.

Sin embargo, esta continuidad vendrá dada fundamentalmente por las políticas públicas que adelanten los gobiernos regionales y/o locales para mejorar el acceso, así como un uso con sentido y apropiación social de esta tecnología, que permita convertirla en una herramienta para el mejoramiento del quehacer de los usuarios.

En cuanto a las potencialidades de uso, los venezolanos que afirman “no saber utilizar las TIC, no necesitarlas y ser costosas” (Datanálisis, 2002) corresponden en su gran mayoría al estrato E, lo que evidencia la falta de una cultura informática (brecha digital), que debe ser superada desde la perspectiva de la educación, es decir estimulando el acceso a la red, haciendo un uso con sentido y una apropiación social de Internet, tal como lo plantea el documento de MÍSTICA.

Finalmente, podemos afirmar que la probabilidad de que las transformaciones producidas se mantengan en el tiempo, está condicionada a que el Estado continué estimulando estas políticas de acceso (de apropiación con sentido, agregamos nosotros), mediante la consolidación de los proyectos como los Infocentros y otros que adelanta a través de los Ministerios de Educación, Cultura y Deporte, Educación Superior, Ciencia y Tecnología, Gobernaciones y Alcaldías, ONGs, entre otros, por ser la educación una de las principales obligaciones del Estado venezolano, consagrada en la Constitución Nacional.

Consideraciones finales

A partir de la discusión planteada en América Latina sobre nuestro modo de asumir el nuevo paradigma tecnológico y, más específicamente, sobre la reconocida incidencia de los factores acceso, uso, y apropiación de la Internet en el proceso de transformación hacia sociedades más justas y equitativas en el continente, ha surgido el consenso acerca de que en definitiva es esa tríada de elementos aunada a la producción de nuevo conocimiento, utilizando la Internet, y las posibilidades de aplicarlo a cada realidad, lo que podría generar verdaderos cambios sociales  (Fundación Acceso, 2002).

En cuanto al mejoramiento educativo, es evidente que el Consejo Nacional de Universidades, organismo controlador de las instituciones de educación superior en Venezuela, tiene como norte la apropiación paulatina de Internet como herramienta para la generación de conocimientos en el proceso enseñanza–aprendizaje. También la Conferencia Mundial “Tendencias contemporáneas en la transformación de la Educación Superior” reveló la “necesidad de introducir en la educación superior las nuevas tecnologías de la información y la comunicación; y la conveniencia de revisar el concepto mismo de la cooperación internacional y fortalecer la dimensión internacional de enseñanza superior” (Tünnermann, 2002:47).

Es indispensable que este nuevo conocimiento se traduzca en instrumentos y herramientas útiles para ser aplicadas a la solución de los problemas y situaciones concretas de una realidad que se transforma, dado que el nuevo conocimiento per se, sin aplicación a lo concreto, tampoco podrá ser un agente de cambio.

Este escenario supone la creación de nuevas condiciones para que los grupos menos favorecidos puedan desarrollar capacidades que les permitan crear ese nuevo conocimiento, más allá del simple manejo técnico de la Internet, en tanto que el uso de esta herramienta, acompañada de procesos de asimilación, reflexión y creación, más que un proceso espontáneo y autodidacta, es un asunto de desarrollo de capacidades.

Ello significa estar conscientes de que reducir la brecha digital y propender al desarrollo depende en gran medida de la generación y aplicación de nuevo conocimiento y de políticas claras y precisas. Y así parece tenerlo claro, al menos teóricamente, el gobierno venezolano, por medio del Ministerio de Ciencia y Tecnología, al definir como objetivo esencial de su política, orientar la generación, utilización, adaptación y difusión del conocimiento para lograr la solución de problemas haciendo énfasis en el aprovechamiento de oportunidades por parte de la población.

Sin embargo, sólo luego de haber incorporado fluidamente a su cotidianidad el uso de la red, de estar en capacidad de discernir la conveniencia de su uso en la resolución de problemas, y de poder establecer con naturalidad procedimientos, políticas y estrategias para su real aprovechamiento (Fundación Acceso, 2002), sólo entonces, una organización, país o persona se habrá apropiado de la Internet y ésta, vista como herramienta fundamental para el cambio, habrá hecho un aporte trascendente en términos de la transformación a la que nuestros pueblos aspiran hacia sociedades más justas y equitativas.

Maracaibo, Venezuela

Noviembre de 2002


 

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Última modificación: 05/12/2002