Proyecto OLISTICA

Proyecto Observatorio Latinoamericano del Impacto Social de las Tecnologías de la Información y Comunicación en Acción

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Componente: IsTICómetros

 Deconstrucción de las principales metodologías internacionales

Parte 1: Descripción de propuestas metodológicas para la medición de la Sociedad de la Información. Revisión desde la “visión social de las TICs”. Aportes para una propuesta metodológica para la medición del impacto social de las TICs


Elaborado por:

Lic. María Eugenia Fazio y Roxana Goldstein

 

 

Centro de Estudios sobre Ciencia, Desarrollo y Educación Superior, Asociación Civil Grupo Redes.

 

 

Buenos Aires, Febrero de 2003

 

3. Revisión de las metodologías existentes desde la “visión social de las TICs”  

A partir de los datos especificados en el apartado anterior es posible apreciar la orientación general de las metodologías citadas, las cuales presentan categorías e indicadores creados de acuerdo a los intereses y puntos de vista de las personas e instituciones que las diseñan. Si bien nuestro foco de interés es el impacto social positivo de las TICs y éste específicamente abordado desde la “visión social”, hemos convenido en describir la mayor cantidad de metodologías posibles –incluso aquellas cuya orientación está lejos de medir el impacto social- con el objetivo de enriquecer tanto el proceso de construcción de indicadores que son de nuestro interés como la discusión sobre el tema de indicadores de Sociedad de la Información en términos generales.

 

La posibilidad de analizar diferentes metodologías plantea, entre otras cuestiones, una serie discusiones sobre los siguientes aspectos: tipos de enfoques, problemas conceptuales y metodológicos. Por ejemplo –entre muchas de las conclusiones que surgen al comparar metodologías- se puede advertir que en ciertos casos los trabajos estadísticos coinciden en el relevamiento y uso de un  indicador pero definen el mismo de distinta manera. Tal es el caso de las distintas interpretaciones del concepto de E-Readiness de los modelos concebidos para su medición (Bridges; 2001)

 

Asimismo, como fue mencionado anteriormente, la posibilidad de contrastar grupos de indicadores con diversos enfoques y propuestas metodológicas permite apreciar que hay metodologías que aunque centran su atención en los aspectos económicos de la Sociedad de la Información ofrecen indicadores que pueden ser reutilizados y reinterpretados para dar cuenta del impacto social de dicho fenómeno.

 

Por otra parte, hay metodologías -por ejemplo la INEXSK desarrollada por Mansell y Wehn, la CID´s E-Readiness, y la CIDCM´s - que ofrecen algunos elementos que sientan las bases para la definición del tipo de indicadores de impacto social que se pretenden construir desde la “visión social de las TICs”.

 

Otro aspecto a tener en cuenta respecto a la aplicabilidad de las metodologías enumeradas, es su disponibilidad para ser usadas en diferentes contextos. En este sentido, el documento “Comparison … “ (Bridges Organization; 2001) da cuenta de que muy pocas metodologías son del tipo “ready to use” (corresponden a este tipo: CSPP´s; CID´s E-Readiness; APEC´s); las cuales se plantean como herramientas disponibles para ser utilizadas por investigadores en otros contextos. El resto de las metodologías mencionadas corresponden a lo que el documento “Comparison … “ clasifica como “Encuestas y Reportes de terceros”, los cuales no siempre están disponibles y deben sufrir adaptaciones para ser utilizados en diferentes contextos.

 

En este sentido, y continuando con las relaciones y diferencias que presentan las metodologías entre sí, el documento “Indicadores...” (Bianco y otros, 2002) propone ubicarlas en tres grupos ordenados en función del enfoque adoptado por cada una de ellas para la producción de indicadores en la materia. Dicho trabajo identifica las siguientes perspectivas: “Constatando la Transición”, “La Industria de la  Información” y “Evaluando Impactos”.

 

Según el mencionado documento, en el primero de los enfoques se ubican las metodologías orientadas a evaluar la e-readiness o nivel de preparación de una comunidad para aprovechar las potencialidades de las TICs. Dentro de este conjunto, se encuentran la Knowledge Assessment Metodology del Instituto del Banco Mundial, la guía del Center for International Development de la Universidad de Harvard, la INEXSK creada por Robin Mansell y Uta Wehn, y el conjunto de indicadores del programa eEurope de la Unión Europea. En términos generales, estas metodologías se orientan a estimular la transformación de los países en desarrollo a partir de la incorporación de las TICs, y los indicadores son utilizados para guiar a las políticas públicas en ese sentido.  Estos estudios identifican las condiciones de una comunidad para aprovechar las TICs. La información relevada por estas metodologías es utilizada para hacer comparaciones internacionales con sociedades digitales ideales (Bianco y otros, 2002).

 

Por su parte, el documento “Comparison of E-Readiness …” (Bridges Organization; 2001) clasifica las metodologías para medir la e-readiness por su intención de medir el impacto de las TICs en la economía (incluyendo en este grupo a WITSA E-Commerce Survey; APEC´s E-Commerce; McConnell ´s E-Readiness Report; Mosaic´s y Crenshaw & Robinson´s) o por su intención de medir el impacto en la sociedad como un todo ( CID´s E-Readiness; CSPP´s E-Readiness; CIDCM´s Negotiating Model; varios reportes de divisoria digital).

 

Teniendo en cuenta el enfoque propuesto por la “visión social de las TICs” y que uno de sus principales objetivos es la evaluación de la incorporación de las TICs funcional a las necesidades específicas de una comunidad determinada, este primer grupo de metodologías puede ofrecer algunos elementos útiles para ello. Por ejemplo, es previsible que los datos producidos por una metodología basada en la “visión social” coincidan con las de este grupo en generar información de tipo apreciativa, es decir, cualitativa pero que ponga en evidencia las condiciones en las que se encuentra una comunidad o grupo social en términos de disponibilidad, adopción y aprovechamiento de las TICs.

 

Sin embargo, existiría una diferencia sustancial entre los criterios utilizados por este primer grupo de metodologías y aquellos que se utilicen para la producción de indicadores desde la “visión social”. Esto es que desde la última perspectiva, los parámetros de la evaluación no serían otros países ni un tipo de sociedad digital ideal, sino las necesidades específicas de la comunidad en cuestión. De todas maneras, esta última propuesta no deja de reconocer que aún restan por resolver problemas vinculados con la comparabilidad nacional e internacional.

 

Otro aspecto importante a destacar, y coincidiendo con el informe “Comparison …” (Bridges Organization; 2001), es que no existe una metodología universal aplicable a todos los casos. La elección de una metodología u otra dependerá del objetivo de medición buscado. A modo de ejemplo,  la metodología APEC será más apropiada para medir la preparación para  e-commerce; CSPP y CID se adaptan más a la medición del uso de la tecnología; y CIDCM permite una mayor comprensión de las causas del desarrollo de la tecnología gracias a su metodología de casos (Bridges Organization; 2001).

 

En segundo lugar, el documento “Indicadores….” (Bianco y otros, 2002) identificó otro grupo de metodologías que ha convenido en llamar el enfoque “La Industria de la Información”. Según dicho documento, dentro de este grupo se ubicarían los indicadores producidos por oficinas de estadística tradicionales, por ejemplo, el Grupo Voorburg de Naciones Unidas, la OCDE y la Oficina del Censo de Estados Unidos. La producción de estos organismos se centra, aparentemente, en la medición de la oferta y en la construcción de indicadores que describen las principales características de la producción de bienes y servicios relacionados con las TICs. Por tal motivo, los autores del mencionado documento, han identificado que los esfuerzos de este grupo estarían centrados en la Industria de la Información.

 

Aunque a primera vista estas metodologías parecen estar lejos de compartir intereses con el enfoque de la “visión social de las TICs”, hay elementos de aquellas que pueden ser retomados por ésta última para enriquecer su producción. Los indicadores generados por la “visión social” también deben contemplar la oferta de productos relacionados con las TICs – tanto infraestructura como aplicaciones y contenido- pero con la diferencia que dicha oferta sería evaluada en función de las necesidades que apunte a cubrir.

 

Por otro lado, la “visión social”, también debería plantear diferencias en cuanto a los actores considerados clave en la  producción de TICs, lo que supondría poner especial interés en las organizaciones de la sociedad civil (ONGs) que realicen acciones tendientes a cubrir necesidades sociales.

 

Por último, los autores del documento “Indicadores…” (Bianco y otros, 2002) proponen un tercer enfoque centrado en la medición de la Economía y Sociedad del Conocimiento, denominado “Evaluando Impactos”, el cual se interesa, específicamente, “en la evaluación de los cambios de la estructura económica y social, y en la indagación de sus aspectos dinámicos”. Entre otros aspectos, el tercer enfoque debería considerar los cambios en los hábitos de las personas y en los modelos de negocios de las empresas, las transformaciones en el ámbito de la política, de la educación y de la salud y la necesidad de contar con mayor información para enfrentar nuevos problemas y desafíos relacionados con la exclusión social y la desigualdad en las oportunidades de desarrollo (brecha digital y e-inclusion)”.

                       

Luego de haber recorrido las principales metodologías, la propuesta del tercer enfoque resulta ser la que más se acerca a los intereses y preocupaciones planteados por la “visión social”. La medición de la Economía y Sociedad del Conocimiento implica considerar “los impactos económicos y sociales desencadenados a partir de la convergencia de las industrias de la información, las comunicaciones y, más recientemente, de contenidos, junto con la creciente participación del conocimiento en la formulación de valor, que difícilmente puedan verse reflejados en los productos elaborados por los sistemas estadísticos tradicionales”, a la vez que resultan ser los aspectos más interesantes desde el punto de vista del tercer enfoque y la “visión social”. 

 

Uno de los principales aspectos en los que se apoya la formulación del tercer enfoque es en la distinción entre “Sociedad del Conocimiento” y “Sociedad de la Información”. Según se desprende de esta propuesta el interés principal no estaría puesto en las TICs como conductoras del cambio social, sino en la utilización de dichas herramientas para “convertir la información en conocimiento útil y aprovechar el proceso de generación y apropiación del conocimiento para inducir procesos dinámicos de aprendizaje social, a través de los cuales el conocimiento crea o fortalece capacidades y habilidades en las personas u organizaciones que se lo apropian, convirtiéndose en factor de cambio en la sociedad, en sus instituciones, o en las empresas del sector productivo.” (Bianco y otros, 2002).

 

En  este sentido, las ideas en las que se apoya el enfoque “Evaluando Impactos” coinciden con la propuesta de la visión social de las TICs en que “para poder integrar un país, una sociedad, una región, una comunidad a la sociedad del conocimiento no nos enfrentamos exclusivamente a un problema de tipo tecnológico; cuando hablamos de conocimiento hablamos de personas, por lo tanto debemos abordar el tema de desarrollo de recursos humanos y de difusión y apropiación del conocimiento.” (Bianco y otros, 2002).

 

Llegado este punto, si bien se puede advertir que el llamado tercer enfoque presenta muchas coincidencias con la visión social, también se presenta un elemento de divergencia en cuanto al aspecto específico del fenómeno de la Sociedad de la Información que cada una de las mencionadas perspectivas se propone abordar. El documento “Indicadores…” (Bianco y otros, 2002) propone vincular el fenómeno de la Sociedad del Conocimiento con el desarrollo de procesos de innovación, es decir, “la capacidad de administrar nuevos conocimientos capaces de generar nuevos productos, procesos, servicios para el desarrollo de una capacidad de competitividad creciente” (Valenti, 2002 en Bianco y otros, 2002) para abordar las relaciones económicas (comerciales y productivas) que se dan dentro del fenómeno en cuestión. Por su parte, la perspectiva de la “visión social” plantea identificar -y en lo posible también medir- los procesos de innovación y apropiación social del conocimiento generados con la ayuda del uso de las TICs y que contribuyen al cambio y social, contemplando dentro de ello el ámbito de la política, la participación, la cultural, el arte, el entretenimiento y la comunicación, entre otros.

    

 

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Creado: 06/08/2003
Actualizado: 06/08/2003
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