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Informática y Desarrollo | ||
Autor: Juan José Carreón |
Fecha de Publicación: 13/03/1999 |
Contenido |
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Localización: Ciberoteca > Participantes > esp_doc_16.html > esp_doc_16c.html |
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América Latina e Internet: avances recientesResumen: se rese¤an antecedentes de Internet en el mbito latinoamericano, as¡ como elementos de su prospectiva, con objeto de ubicar algunos de sus efectos en el desarrollo postindustrial de la regi¢n.
Ing. Juan Jos Carreon Granados El crecimiento de Internet en Amrica Latina es cinco veces m s r pido que el promedio mundial, por lo que los 10 millones de usuarios actuales ser n 34 millones hacia el 2000, pasando de 12% a 22% del total mundial, en dicho lapso (1). Ese desarrollo de Internet, se apoya en que la poblaci¢n de clase media de 100 millones de personas, en la regi¢n, crece 10 millones por a¤o, lo que se compara con los 50 millones de usuarios estadounidenses; en dicha regi¢n destaca Mxico como el pa¡s con mayor n£mero de usuarios hispanohablantes en Latinoamrica, cuyo potencial significa el mayor mercado mundial con un idioma com£n y una historia similar, despus de China; en Mxico, los 400 mil usuarios de la Red, se incrementar n a m s de 800 mil usuarios, hacia finales de 1998 (2). A nivel mundial, los pa¡ses con mayor n£mero de usuarios son los industrializados con elevados vol£menes de poblaci¢n, tales como Estados Unidos, Jap¢n, Canad , Australia, y los europeos occidentales, as¡ como algunos de menor densidad demogr fica que adoptaron tempranamente Internet, entre ellos, Finlandia, Suecia y Noruega. Sin embargo, el liderazgo abrumador de Estados Unidos en la adopci¢n empresarial y casera de Internet, 54% del empleo global de la Red, disminuir a 40% hacia el 2000 (3), y hacia el 2005, el porcentaje conjunto de los pa¡ses industrializados en dicha red ser superado por el de naciones con mayores vol£menes demogr ficos, tales como Brasil (4), China y Rusia. Seg£n el Internet Industry Almanac (5), las 11 naciones con m s de 10% de sus habitantes participando como usuarios de Internet hacia finales de 1997, se incrementar n a 25 naciones hacia finales del 2000, cuando las primeras quince en cuanto a usuarios de Internet ser n Estados Unidos con 132.3 millones de usuarios; Alemania, 22.9: Jap¢n, 21.9; Reino Unido, 17.0; Francia, 12.6; Canad , 11.6; Italia, 10.6; Australia, 8.0; Pa¡ses Bajos, 5.4; Brasil, 5.2; Rusia, 5.0; Espa¤a, 3.8 (6); Suecia, 3.7, y Corea del Sur, 3.2. Naciones que en conjunto tendr n un volumen de usuarios de Internet cercano a los 267.5 millones, de un total mundial de 327 millones (7), y de los cuales 102 ser n europeos. En 1996, en Amrica Latina, seg£n Vinton Cerf, el padre de Internet, Chile ocup¢ el primer lugar en crecimiento anual de usuarios de Internet, 1,333%, seguido de Brasil con 284%, Argentina con 139% y Mxico con 116%. Quien consider¢, hacia junio de 1997, los servicios Internet hab¡an generado 10,000 puestos de trabajo en la regi¢n, de los cuales 6,000 correspond¡an a nuestro pa¡s, adem s de estimar en 800 millones las l¡neas telef¢nicas de la red global telef¢nica, y en 100 por ciento el crecimiento anual de computadoras en Internet en la mayor¡a de los pa¡ses, crecimiento muy superior al de entre 5 y 10 por ciento anual de la red telef¢nica en cada pa¡s, lo que permit¡a pronosticar que Internet crecer entre cinco y diez a¤os a la par del sistema telef¢nico (8). Latinoamérica forma parte del auge de Internet y del comercio electrónico, manifesta Adalio Sánchez, gerente general del grupo de computación móvil de IBM, cada vez se le pide a más departamentos de sistemas de información en Latinoamérica y en otros lugares proporcionar a sus compañías nuevos sistemas que saquen provecho a Internet. Compañías en todas partes necesitan sacar partido del creciente mercado electrónico mundial, porque sta es la forma de competir en la economía global de hoy, según Sánchez. Este menciona ejemplos de clientes de IBM en industrias en la educación, la banca, la manufactura y la salud que invierten en tecnología de Internet para incrementar ventas, conseguir nuevos clientes, mejorar el servicio al cliente y agilizar sus operaciones de cadena de abastecimiento:
Las empresas se benefician del "verdadero valor" de la tecnología de Internet, afirma Sánchez, cuando "logran definir nuevos mercados, extenderse más all de fronteras geogr ficas, acortar tiempos de ciclo, servir mejor a los clientes y transformar la manera en que operan para llegar a ser más eficientes y productivos". El país de Latinoamérica que est abrazando la Internet con mayor entusiasmo es Brasil, donde se espera que haya más de 7 millones de usuarios para el año 2001, y donde el 50 por ciento de las compañías han creado Intranets -- solamente el tres por ciento las empresas en Brasil tenían intranets en 1996 --, comentó Sánchez. "La Federación (de Banca Brasileña) calcula que hacia finales de 1999, tanto como el 30 por ciento de todas las transacciones bancarias (en Brasil) se har n a travs de la Internet" (9). En el caso de Mxico su participación en Internet se concreta en la presencia de más de 9 mil p ginas (home pages) en dicha red, con contenido en español, según el conteo de NIC de Mxico, organismo encargado de controlar y asignar los dominios ".mx" (10). Esa presencia corre mayoritariamente a cargo de la iniciativa privada interesada en aprovechar Internet como compuerta hacia la economía digital, ya que 7,509 son comerciales, 473 pertenecen a organizaciones no lucrativas nacionales, 296 est n registradas con el dominio ".net.mx", que agrupa asociaciones que prestan servicios relacionados con Internet de manera no lucrativa y 258 est n asignados a instituciones educativas. Avances en la tecnología de la información, como los mencionados, refuerzan cambios económicos y sociales transformadores de empresas y sociedades, de hecho el conjunto de dichos cambios y su generalización representa una revolución tecnológica generadora de un nuevo tipo de economía: la economía de la información, en la que la información es el recurso crítico y la base de una nueva forma de competencia, con el que formas anteriores de emprender no sólo son desafiadas, sino superadas. Que la información y la tecnología de la información sirvan a un desarrollo sustentable requiere acceso amplio y equitativo a servicios de comunicaciones e información mediante el despliegue acelerado de infraestructuras nacionales de información y de su integración efectiva a redes internacionales de comunicación e información, mejoras sistmicas en el funcionamiento y la competitividad de sectores económicos clave mediante sistemas y políticas de información estratgicos, nuevas formas de emplear la tecnología de la información en la contribución para resolver los problemas del desarrollo más apremiantes, tales como los de educación, salud, disminución de la pobreza, desarrollo rural y preservación del ambiente (11). Las naciones pobres requieren instituir políticas que reduzcan las brechas de conocimiento que las separan de las más ricas, de ahí que los gobiernos, instituciones multilaterales, organizaciones no gubernamentales y el sector privado deban colaborar en el fortalecimiento de instituciones que ataquen los problemas de información que impiden que mercados y gobiernos funcionen adecuadamente; independientemente de la persistencia de tales problemas, reconocer que el conocimiento es el eje de los esfuerzos orientados al desarrollo permitir descubrir soluciones inesperadas para problemas que parecían inicialmente inmmanejables (12). Sin embargo, la explosión global del conocimiento a travs de la inform tica puede ahondar la brecha entre las naciones ricas y las pobres, dañando más a estas últimas, "la promesa de la era de la nueva información: conocimientos para todos, puede quedar como la estrella más lejana en el firmamento", advierte James D. Wolfensohn, presidente del Banco Mundial (13). Por otra parte, se ha mencionado la paradoja de que contradictoriamente, mientras mayor ha sido el gasto estadounidense en tecnología de información, TI, menor ha sido el incremento del acervo de capital en dicho país, disparidad representada en ciclos sumamente cortos de reemplazo, de ahí que cerca del 60% del gasto en TI se oriente al reemplazo de equipo obsoleto en un proceso cada vez más acelerado de actualizaciones, o sea que la evidencia de acumulación de capital asociada con un crecimiento de la productividad ha sido aparente (14). Algo parecido sucede con la acumulación de capital humano, ya que se constata que no se ha incrementado significativamente, como lo evidencia el que los logros educativos de los trabajadores estadounidenses no se hayan desarrollado manifiestamente en años recientes, como sería de suponer si su contribución hubiera alcanzado un nivel superior en la productividad (15). El incremento de la productividad estadounidense, que fue de 2.4% anual entre 1870 y 1960 (19), pasó a 1.9% entre 1960 y 1973, se redujo a 0.1% entre 1973 y 1979, y únicamente aumentó a 0.6% entre 1979 y 1997 (16). El incremento de los rendimientos en las ganancias corporativas tiene que ver más con políticas de reestructuración y "downsizing" que con el incremento de la sinergia de operar más eficientemente con más capital y con más trabajo, como sería el caso con un nivel mayor de productividad; de ahí que se argumente que la próxima recesión, la primera de la era digital, pondr bajo severo escrutinio la bondad de invertir compulsivamente en tecnología de la información para finalmente obtener más de muchos en beneficio de unos pocos (17). No obstante esos hechos contradictorios, si la globalización supera los obst culos que enfrenta actualmente, y las tecnologías de información y comunicaciones a la postre comienzan a contribuir efectivamente al incremento de la productividad general en el largo plazo (18), quiz se logre que hacia finales de la segunda dcada del próximo siglo, nuestra generación (o las inmediatamente posteriores) se ubiquen en la cúspide de la mayor revolución tecnológica que ha enfrentado la humanidad, comparable "con la difusión de la imprenta de Gutenberg, o con la revolución industrial, sin embargo, la actual revolución tecnológica cuando se haya desplegado plenamente se ver que tuvo el mayor impacto en el planeta que cualquier otra que le precedió; las aplicaciones de las transmisiones electrónicas han comenzado sólo a ser percibidas... la amplitud y la profundidad de lo que en el futuro subyace; dónde y cómo nos educaremos, trabajaremos, viviremos y cuidaremos de nuestra salud; cu les y cómo ser n nuestras tiendas, nuestras lecturas, nuestro tiempo libre...; ninguna parte de la aventura humana quedar al margen, inclusive nuestras nociones de soberanía y gobernabilidad ser n profundamente afectadas" (19). Con objeto de ubicar esa visión en una perspectiva histórica más amplia, quiz sea útil recordar que la revolución agrícola en la era Neolítica hace más de 10,000 años, ha sido a la fecha el evento más importante en la historia de la humanidad (a la postre separó la prehistoria de la historia); antes de dicha revolución, el homo sapiens, era otro mamífero mayor, un poco más omnívoro, con un herramental más sofisticado, y con medios más impresionantes de comunicación que otras bestias contempor neas de tamaño semejante, pero en lo esencial sobreviviendo mediante buscar y comer lo que la naturaleza le proporcionaba, por lo que en este sentido no se diferenciaba de otros depredadores (20). Todo lo que la civilización ha producido en esos más de diez milenios, est marcado por la agricultura, en una modificación deliberada de los ecosistemas que condujo a desarrollar plantas y animales que la humanidad pudiera comer (o emplear de otras maneras), provocando una multiplicación por mil en la población del planeta, y permitir que grandes cantidades de individuos se especializaran en tareas no directamente relacionadas con su alimentación (21). Dicha revolución en las últimas centurias del milenio que est por concluir, al combinarse con tendencias clim ticas, demogr ficas, agropecuarias y tcnicas, y bajo determinados encuadramientos culturales, económicos, capitalistas, sociales y políticos, propició el desarrollo de la Revolución Industrial, que marcó un segundo hito en la historia (22). Entre los antecedentes de la Revolución Industrial se puede mencionar el impulso demogr fico atribuible a cambios clim ticos, el cual a su vez retroalimentó una evolución de larga duración, milenaria, la productividad agrícola en cereales como el trigo y en su articulación con la ganadería, no sola, sino en combinación con revoluciones tcnicas como la navegación de altura, la difusión de cultivos como la papa y el maíz en el nivel mundial, además de encuadramientos culturales que definieron el lujo como moda (sta como vivir de acuerdo con la actualidad), la evolución de otras tcnicas, principalmente las relacionadas con fuentes de energía, un impulso capitalista multisecular y Estados permisivos (23). La Revolución Industrial retroalimentó el crecimiento demogr fico y la productividad agrícola a nuevos niveles, así como la productividad de la industria y los servicios, generando nuevas formas económicas y capitalistas entre otras novedades. El industrialismo, despus de la Segunda Guerra Mundial, comenzó a propiciar lo que algunos han denominado la Sociedad del Conocimiento, la Era de la Información, la Era Digital o la Sociedad Postindustrial (24). Esta novedosa estructura social no sólo podría afectar en mayor grado que el de sus predecesoras la sustentabilidad del planeta, su variedad gentica y cultural (25), sino profundizar las asimetrías económicas, sociales y políticas existentes, no obstante elevar a un nivel sin parangón la productividad de los habitantes del planeta. El cambio en la productividad es efecto de cambios en la ciencia, la tecnología y la industria que reflejan el tr nsito hacia una sociedad del conocimiento, entre las fuerzas que impulsan tal transformación est n el r pido progreso tecnológico, resultado de una comunidad científica más productiva y pr cticas empresariales más efectivas, el papel creciente de las tecnologías de información y comunicaciones, el tr nsito a una sociedad de servicios y la globalización de la economía y la sociedad (26). En la misma medida en que las tecnologías de información y comunicaciones, TIC, se convierten en herramientas esenciales de actividades científicas, el desarrollo de políticas científicas adecuadas demanda a los gobiernos entender el papel de dichas tecnologías en el sistema científico (27). Por ejemplo, a partir de 1994 en Estados Unidos ya empleaban correo electrónico 82% de los científicos en reas de ingeniería y química, 75% de los sociólogos, 67% de los politólogos y 55% de los filósofos, siendo que en 1993, entre los principales usuarios habían sido principalmente 74% de los científicos en ciencias aeroespaciales y el 15% de los ornitólogos; em 1992, en Australia, Estados Unidos y el Reino Unidos, 39% de los científicos de todas las reas; y, en 1991 en Estados Unidos, 34% de los matem ticos, 24% de los físicos y 9% de los biólogos experimentales; ya que, entre otros efectos, las TIC, en particular el correo electrónico, mejoran la comunicación entre científicos y su acceso a la información, revolucionan los instrumentos científicos e influyen significativamente en las publicaciones científicas.
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Última modificación: 10/08/1999 |